lunes, 26 de diciembre de 2016

Había una vez un jabón de cáñamo

Hace 10 meses me hice con los servicios de una semilla de cannabis sativa con el claro propósito de aprovechar al máximo la cantidad de beneficiosas propiedades de la T, de la H y de la C, pero también, por qué no decirlo, para olvidar las tediosas horas que paso haciendo la grulla a la vecina por 4,5 € la hora y cuarto.

El cannabis sativa es fácil de cultivar, pero también muy fácil que desaparezca. Hay mucho personal al acecho deseando sacar tajada. Una planta de cannabis sativa es como el tesoro de la isla: si hay un plano, solo podéis conocerlo tú y el diablo, es decir, tú solo. Sobre todo, según demuestran las estadísticas, no hay que decírselo nunca a los amigos. Jamás, o estarás jugando con fuego. Miéntelos, dales largas, hazte el longui, pero no digas nada. Luego, cuando llegue la cosecha, invita al personal por todo lo alto y a disfrutar.

Siguiendo estas directrices puse una planta en la huerta, fuera de todo ángulo de visión, no dije nada a nadie y a primeros de octubre la recolecté. Una parte de la cosecha la metí en tarros de cristal, que llené con aceite de oliva virgen extra, y la otra, por mucho que intento recordar, no sé qué hice con ella. El caso es que, pasados 26 días, colé el aceite de cáñamo (oleato de cáñamo) y me dispuse a hacer jabón. Yo pensaba que, como mucho, haría un jabón de puta madre, pero nunca se me pasó por la cabeza que alguien pudiera entrarme en plena calle y preguntarme en susurros si tenía ya algo de la cosecha de este año, porque mi jabón le hacía sentir muy bien. Quizás algo se me haya ido de las manos durante el proceso de elaboración y partes del jabón, mas allá de la piel, estén llegando al corazón.

Pero bueno, volvamos a la tierra. Un jabón de 70 gr., 2 €; un jabón de 100 gr., 3 €.

INGREDIENTES


  • Aceite de oliva virgen extra
  • Cannabis sativa. Procedencia: realmente no lo puedo decir. Tendría que utilizar un pseudónimo y tampoco es plan. Solo puedo confesar que cambié la semilla por diez retoños de azufaifo del huerto.
  • Hidróxido de sodio, es decir, sosa cáustica al 98%. Se utiliza como base reactiva para transformar el aceite en jabón. Pasados 21 días, sus principios activos desaparecen, por eso dejamos reposar el jabón un mínimo de 30 días antes de presentarlo al público.
  • Agua de la fuente del Valle. Altitud: 801 m. Longitud y latitud, la de siempre durante los últimos 81 años.

PROPIEDADES

Indicado para pieles secas o con problemas de eccema y psoriasis. 

POR MOTIVOS OBVIOS, EDICIÓN LIMITADA A UNAS 30 UNIDADES.












miércoles, 21 de diciembre de 2016

El ritmo que marca la naturaleza y el ruido que hace la sociedad

Acostumbrados a buscar soluciones fuera de nosotros mismos,
a viajar en la nube que nos merecemos con tal de no curtirnos a ras de suelo,
a decir lo que queremos hacer con tal de no oír lo que debemos hacer,
en algún momento de nuestro viaje la sociedad generó tanto ruido
que resultó imposible seguir el ritmo que marca la naturaleza.
...
Acostumbrados a que los líderes se encarguen de nuestros problemas,
a mirar hacia otro lado para resultar más fotogénicos,
a olvidar que cuando hacemos lo que queremos solo nos crece el ego,
en algún momento de nuestro viaje cogimos una autopista
que solo existía en el GPS.
...
Las verduras de invierno tienen cantidad de vitamina C
para compensar la pérdida de vitamina C
que supone disponer de menos horas de luz al día.
De alguna manera, al comerlas, comemos horas de luz.

Las verduras de verano tienen cantidad de agua
para compensar la pérdida de líquido al sudar.
De alguna manera, al comerlas, comemos agua.

No tiene sentido comer horas de luz en verano
ni agua en invierno, y aún así, puede haberse convertido en la costumbre,
como si en algún momento de nuestro viaje
la alimentación hubiera dejado de ser medicina
y se hubiera convertido en adicción.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Surgiendo de la nada nos convertimos en una excelente manada

Se entiende que un muchacho de catorce años la criatura, que ayuda a su familia a sacar 66.000 kg de patatas, llegue a la conclusión de que la vida es una cuestión de mantener la espalda recta el mayor tiempo posible.

Y tambien se entiende que un muchacho así se marche a la ciudad y por todos los medios intente convertirse en un buen ingeniero.

Pero lo que no se entiende es que hoy, con 66 años, se quede boquibabas hablando de las enormes ventajas que suponen para la agricultura las nuevas monstruomáquinas de última generación que recogen, desgranan y trajinan una tonelada de lo que sea menester cada dos horas, sin tener en ningún momento en cuenta la vida que atropellan, responsable de que la tierra sea un manto verde y no un tapete pintado de ese color.

Entiendo que se quiera huir de un pasado de mano de obra esclava, pero no para llegar a un futuro que nos hace esclavos de las máquinas.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Libre y salvaje

La noche del 24 de diciembre
reventaron todas las presas que atenazaban el río Tajo,

















y pudo transcurrir de nuevo libre y salvaje
de este a oeste de la península ibérica
a lo largo de sus 1.114 km de longitud.

















Las consecuencias para la economía fueron desastrosas

















y quizás por eso mismo,
las consecuencias para la vida fueron maravillosas.

















Los gancheros volvieron a bajar troncos por el río,
mientras un gentío enorme los aplaudía como a campeones
embargado de una emoción muy ancestral.

















En Talavera de la Reina, los pisceros volvieron a patrullar las orillas
en barquichuelas de cañas y juncos,
y los niños recogían otra vez palodú en la isla del Chamelo.


















Para muchas personas el río se convirtió en lo más importante de sus vidas.
Incluso sacaron a sus hijos de las escuelas 2.0
y se los llevaron con ellos a la escuela del río de la vida.

















Adorando al río como a un dios,
le obligaron a realizar el milagro de los peces.



lunes, 28 de noviembre de 2016

El Titanic, Chernobyl y el año 2051

Si cualquiera de nosotros se diese una vuelta por los periódicos de la época buscando noticias relacionadas con la inauguración del Titanic, solo encontraría comentarios tipo: "Qué virguería, se navega solo, menudo éxito de la ingeniera naval...".

Nadie habló de la arrogancia, y sin embargo, la arrogancia también hunde barcos.

Si cualquiera de nosotros hubiera estado presente en el discurso de inauguración de la central nuclear de Chernobyl, habría escuchado bondades del tipo: confort, eficiencia, seguridad...

Y sin embargo, la arrogancia también hace estallar centrales nucleares.

Si cualquiera de nosotros busca información acerca de cómo será la vida en el planeta en el año 2051, encontrará que la versión más publicitada habla sin parar de un futuro de nanotecnología, ciudades inteligentes y coches ecológicos. Sería maravilloso dejarnos llevar por esta idea de un futuro tecnológicamente nanodevuti, pero si la arrogancia que hundió el Titanic e hizo estallar la central de Chernobyl sigue anidando entre nosotros, cuidado, porque la arrogancia también destruye el futuro.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Una higuera en tierra de nadie siempre necesita una mano amiga

¿Qué podemos decir de la actitud general hacia una higuera que crece salvaje en tierra de nadie?

La experiencia nos enseña que todo el que pasa junto a ella le quita algo o aprovecha para limpiarse los bolsillos.

Pero la ilusión puede dar la vuelta a cualquier situación. Así pues, con la mayor ilusión, alguien decidió poner un cartel informativo sobre las virtudes de la higuera para cambiar la actitud general hacia ella. Y para que no todo fuera teoría, dedicó tres horas a la semana a cuidarla como enseña la permacultura.

Aunque la verdad es que no sirvió de mucho, y un día amaneció el cartel roto y 27 colillas decidieron anidar permanentemente cerca del tronco. Parecía evidente que el hábito de cuidar solo lo que nos pertenece en propiedad estuviese tan arraigado en nuestro interior como fomentado desde el ángulo oscuro del salón.

Abandonada a su suerte, de no ocurrir un milagro o que alguien se decidiera por una acción audaz, la higuera acabaría cortada a matasarra.

Anoche, ese alguien se acercó a la higuera, la regó con purín de aguardiente del país y, en cuanto empezó a reírse y tambalearse, aprovechó para echármela al hombro y llevármela a un macetón que tengo en la terraza.

Han pasado ya tres años de estos acontecimientos y parece que al animalito le ha gustado el cambio, porque ha empezado a dar cantidad de higos y se ha apuntado a un curso de castaña.

lunes, 14 de noviembre de 2016

El espíritu olímpico del dinero

Puede que en sus comienzos, allá por 1894, el Congreso Internacional de Educación Física, antecesor del actual Comité Olímpico Internacional, retomara la idea de celebrar una gran competición deportiva para que atletas y aficionados de todo el mundo pasaran unas jornadas de convivencia y fraternidad entre los pueblos.

Puede que el barón Pierre de Coubertin, principal impulsor de los Juegos Olímpicos de la era moderna, estuviera imbuido de tales ideales. Nadie lo duda. Aunque en realidad los Juegos Olímpicos de la era moderna fueron desde el principio una cosa de señoritos, pues eran los únicos con los recursos económicos que les permitían viajar a la ciudad sede de los juegos.

No es de extrañar que en la actualidad nadie dude que el Comité Olímpico Internacional se ha convertido en una multinacional con inmejorable domicilio fiscal en Suiza, cuyo único activo es ser propietaria legal de los derechos del tinglado olímpico.

Solo digo, por no echar más leña al fuego, que los Juegos Olímpicos de verano que se adjudiquen a Qatar se celebrarán en Málaga, si no Almería. En las dos, si el jeque mueve la ceja derecha.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Improvisando con los colegas

Ahora mismo yo podría, casi sin esfuerzo, traducir los evangelios apócrifos al castellano antiguo, pero sé que tú lo interpretarías como una maniobra escapista de las mías para no tener que fregar la pila de cacharros que se han ido acumulando en el fregadero, como si nada, durante las últimas 72 horas.

Afortunadamente, aquí todos me conocen y todos te conocen, y saben sin lugar a dudas que difícilmente podría yo traducir nada al castellano antiguo cuando apenas balbuceo el castúo, y que tú no ibas a dejar de interpretar cualquier cosa que yo te dijese como una maniobra escapista, siendo como eres la mismísima biznieta de Harry Houdini.

lunes, 31 de octubre de 2016

Últimamente la ciencia solo descubre cosas que ya se sabían por los bares

Hasta ahora, la comunidad científica negaba las relaciones entre neandertales, esas buenas gentes que vivieron sus mejores tiempos alrededor del 228.000 a.C., y los cromañones, unos seres que aparecieron hacia el año 40.000 a.C. y que todavía pululan por el planeta, debido a diferencias más que evidentes en su aspecto físico, capacidad de pensamiento simbólico, espíritu de liderazgo y tantas otras. Sin embargo, en unas excavaciones recientes se han encontrado evidencias que demuestran que neandertales y cromañones tuvieron relaciones al más alto nivel íntimo.

En los bares todo esto ya se sabía. No en vano están acostumbrados a ver todos los días a algún parroquiano enrollándose con la máquina tragaperras, sin que se sepa muy bien dónde empieza el parroquiano y donde acaba la tragaperras.

lunes, 24 de octubre de 2016

Dieta de sabores amargos

Después de mucho trabajo, ¡tenemos listo nuestro último libro de poemas, relatos y microrrelatos! Se titula Dieta de sabores amargos y está lleno de historias cotidianas, de personajes que puedes encontrar en los pueblos y de reflexiones, muchas reflexiones. 
Si te interesa leerlo, puedes adquirirlo aquí.
Y si prefieres que te lo enviemos nosotros directamente, mándanos un correo a gentelombriz@gmail.com.
Como adelanto, aquí va el primer poema del libro en forma de vídeo.
El humor es la mejor manera de enfrentarse a la verdad y salir reforzado. 

Muchas gracias a todos y esperamos que os guste.



lunes, 17 de octubre de 2016

Amigos para siempre

Hartos de la situación repugnantoide en la que vivíamos nuestra vida de campeones de la miseria, un grupo de personas formamos una asociación sin ánimo de lucro, asamblearia, expectorante y conmutativa para fomentar el interés por el interés general.

El primer día, nos juntamos en un parque para tratar el tema. De pie, formando un círculo, fumando el que quería, cada uno dio sus razones para estar allí.

-Me siento solo y busco compañía -dijeron cinco, casi de golpe.
-Me siento atrapada por la desidia y necesito un proyecto que me ponga en marcha -añadió otra.
-Vengo para no divorciarme definitivamente de mi pareja 
-explicó un chavalote a mi lado.
-Nosotros dos hace poco que vivimos por aquí y no conocemos a mucha gente -dijeron, no me acuerdo si dos o tres de ellos.
-Yo tengo tiempo por las tardes, después de dejar a los niños en clase de piano-bar -comentó otro.
-Yo quiero cambiar el mundo -concluyó el más joven.

Una vez puestas las cartas sobre la mesa, llegamos a la conclusión de que, en realidad, queríamos conocer gente con la que llenar algunos huecos de nuestra vida, por lo que debíamos transformar el proyecto en un Club de Amigos y proponer actividades como el parchís, los dardos o quedar para ver prácticos tutoriales en internet y, por qué no, algún vídeo de lo más interesante. Incluso, a última hora, ya más relajados, alguien propuso confeccionar, poco a poco, unos disfraces para desfilar en los carnavales todos juntos en plan charanga dando papaya.

Desde entonces nos va genial. Llevamos ya siete años, dos de ellos se han casado entre sí y ya vamos por 33 socios.

En cuanto al que quería cambiar el mundo, de la manera más elegante lo mandamos al paralelo 180 en su confluencia con el meridiano 23, para que se fuera curtiendo sobre el terreno.

lunes, 10 de octubre de 2016

Las manzanas del catedrático se pudren en el suelo

La fruta de las fotografías de abajo está cogida directamente de la propia tierra. Su denominación de origen, para más señas, es: "Recogida directamente del propio manto de la tierra". Por si acaso te da por buscar el sello que lo acredita, ya te digo que no existe, pero lo que sí te puedo asegurar es que llevo un tiempo hincándola el diente y está riquísima. Quizás lo único molesto sea que te crece un poco la perilla a lo Fukuoka. Al fin y al cabo, no todo el monte es orégano, sobre todo los lunes, cuando Atila ya ha vuelto a la ciudad tras el fin de semana.

Los árboles que la producen están en un terrenito bastante chulo que pertenece (hay sello que lo acredita) a un catedrático de arte. El tipo lleva su vida de universidad, de aula y pasillo, de que tal cuadro entra en el examen y tal escultor también. En fin, hace sus horas, firma los partes de asistencia y a final de mes, tracatrá, su majestad la nómina.

Por lo que él me cuenta, le faltan horas porque no paran de sacar libros con nuevas teorías, que tiene que leer para seguir dando pingües conferencias fácilmente desgravables, y no puede recoger la fruta de los árboles. Pero, por muy catedrático de arte que sea tiene que comer fruta, y si no la recoge la tendrá que comprar.

Y aquí es donde quería sacar el colmillo a pasear. Todos hemos oído hablar del arte en términos elogiosos, sin embargo el comportamiento del cátedra en este asunto es francamente bochornoso. Entonces, el arte...

El arte le ha servido para hacer dinero y vivir de perfil en su torre de marfil.


Por lo visto, el cátedra se va todo el verano a dar unas conferencias sobre pintura y transición española. Bueno, que le vaya bien. En cuanto a mí, tendré que afrontar el hecho de que durante una temporada no voy a pisar la frutería. Incluso, si me lo monto bien, puedo coger suficiente cantidad de manzanas como para desecar algunas y vendérselas al nota, ahora que empieza el otoño y viene con dinero fresco después de un ciclo de conferencias de verano. 

El otro día mordí una de las manzanas y descubrí un habitante. Entonces, abrí con cuidado sus delicadas manos de gusano y me encontré un papelito que decía: "El arte nos permite enfrentarnos con nosotros mismos en un escenario, para que no tengamos que enfrentarnos unos contra otros en un campo de  batalla". 



Esta es la fruta recogida del suelo. 


Se pueden apreciar puntos negros e irregularidades, aspectos que rechaza
el mercado y que, sin embargo, nada tienen que ver con la calidad de la fruta.

Aquí se ven dos melocotones: el de la izquierda lo compré ayer y un día después ya está medio pocho.
El de la derecha lo he cogido del suelo donde llevaba diez días. Aunque se ha
 deteriorado un poco todavía puede aguantar otros diez días hasta que me lo coma.

lunes, 3 de octubre de 2016

La boca dice NO a los peligros, mientra la mano acciona el ON de los beneficios

1.

Si hablamos de la energía nuclear, hay quienes piensan en la catástrofe solo cuando una central se empeña en hacer bum-bum en medio del telediario. Esta forma de pensar delega la responsabilidad de la seguridad de las instalaciones nucleares en el Estado, y se concentra en los beneficios de llevar una vida punto com.

Sin embargo, otros piensan que la propia existencia de las centrales nucleares es la verdadera catástrofe, y alertan del peligro que conlleva nuestra vida de ciudadano punto com, la cual es consecuencia, entre otras, de la causa nuclear. Esta forma de pensar argumenta que no se puede delegar la responsabilidad de la seguridad de las instalaciones nucleares en el Estado, porque el propio Estado es parte del emporio nuclear y por lo tanto, la energía nuclear forma parte de la estrategia política al uso, capaz, llegado el caso, de regalarnos declaraciones del tipo: "La central ha explotado tan solo una vez en 60 años. Tampoco es para tanto".

En cualquier caso, si alguna vez desaparecen las centrales nucleares, será por criterios comerciales. Es decir, en cuanto pongan a la venta las centrales nucleares de bolsillo. Y cuando nos preguntan a nosotros sobre el asunto, con la boca decimos NO a los peligros, mientras con la mano accionamos el ON de los beneficios.


2.

Si los ordenadores salieran así, como de la nada, podríamos decir que la bondad o maldad del aparato está relacionada con el uso que se haga de él. Pero como no es así, puesto que los ordenadores salen de una fábrica donde el magnate manda y los operarios se intercambian y para su fabricación se utilizan materiales y procesos tóxicos, queda claro que el ordenador pertenece al bando de la maldad, y el uso que se haga de él siempre contribuirá a fomentarla. 

En cualquier caso, si alguna vez dejan de utilizarse será por criterios comerciales. Es decir, en cuanto pongan a la venta el chip incorporateado. Y cuando nos preguntan a nosotros sobre el asunto, con la boca decimos NO a los peligros, mientras con la mano accionamos el ON de los beneficios.

3.

¿Podría alguna vez la boca decir NO a los peligros y accionar con la mano el OFF de los beneficios?

Si alguna vez eso ocurre, será porque hayamos vuelto a una vida donde afrontemos solo los hechos esenciales de la misma, que nos permita tener tiempo para dedicarlo a la contemplación.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

¡Ave, árboles!


Los árboles no tienen sueños de grandeza, son la grandeza.

Con cada uno de sus gestos consiguen que el oxígeno
deje de ser un elemento de la tabla periódica
y se convierta en un elemento de la realidad.

En el bosque de Sherwood siempre gozaremos
de más libertad que en el ambiente enrarecido
del parlamento de cualquier monarquía constitucional.

¡Ave, árboles,
los que van a respirar, te saludan!

lunes, 19 de septiembre de 2016

El derecho al ego

Un día estaba en mi trabajo de bibliotecario cuando entró un hombre muy bien equipado para la práctica del aperitivo en el próximo bar con claras intenciones de hacer una consulta en Internet.

Le dije atentamente que tomara asiento y que siguiera mis instrucciones y él, más atentamente todavía, me contestó que hiciera yo mismo los honores, porque desde que se había prejubilado cum laude no había vuelto a tocar un ordenador, por no acordarse de su antiguo trabajo.

Así pues, seguí sus indicaciones al pie de la letra y cuando me quise dar cuenta estábamos navegando por la página web de una conocida marca de coches. Entonces me indicó una ventana donde ponía Clase E, y apareció la foto de un deportivo junto a las características técnicas y el precio a partir del cual el deseo se convertía en realidad: 47.000 del ala.

Durante una milésima de segundo que me parecieron dos, noté como si el eje de la tierra se hubiese ido un momento a sacar unas fotocopias y me vino a la cabeza la idea de que mientras el país estaba perdiendo en planta y alzado lo que ganaba en perfil, el menda ese se entretenía en ver dispensadores de CO2 metalizados, tan solo porque el derecho al ego está garantizado por la Constitución.

Pero la función todavía no había terminado, y mientras se dirigía a la casilla de salida empezó a relatarme de viva voz que él tenía un modelo Clase C, con el que apenas recorría 1.833 km al año.

En cuanto el buen hombre se fue, yo seguí con mis quehaceres laborales, que a esas horas consistían, básicamente, en acercarme al ayuntamiento a por un paquete de papel higiénico antes de que se acabara el último rollo.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Portugal, terra da fraternidade

1.

Hablando con un apicultor del Parque Natural de Montesinhos me dice: "Aquí prácticamente no hay varroa". Entonces entro en un estado de shock guay y me doy cuenta de que a mi alrededor no hay ningún ruido industrial ni ninguna antena de telefonía móvil. Solo un silencio tan fuerte que se oyen crecer los castaños a kilómetros a la redonda.

"De todas formas -sigue hablando el apicultor-, si alguna colmena se ve afectada, desgraciadamente lo mejor que se puede hacer es sacrificarla. Matar para sobrevivir es aceptable, pero lo que no se puede hacer es matar por avaricia".

A cinco kilómetros al oeste se oye el estruendo del primer erizo de castaño que se abre.

2.

-¿Por qué os gusta tanto Portugal a los españoles? -me pregunta el apuesto joven portugués que está a cargo del cámping en el que trato de colarme.
-Pues porque en Portugal el dinero parece un material elástico que produce una sensación totalmente nueva y placentera.
-Ah, entiendo -responde algo decepcionado.
-Y además, porque los portugueses sois buena gente.

Entonces, por la cara del joven apuesto se desparrama una agradable y sincera sonrisa de satisfacción, que yo aprovecho para colarme del todo e instalarme como en mi casa.

3.

"Si dejamos a un lado la política, lo único que no me gusta de Portugal -me comenta un amabable cajero de supermercado de Vinhais- es que aquí nunca pierdes el control. Ahora, yo no sé qué pasa en cuanto cruzo la frontera española que me desmadro enseguida sin poder evitarlo. Hay como una energía loca que me obliga a sacar todo lo que llevo dentro y que me deja nuevo cuando regreso a Portugal".

"Claro, claro" -contesto yo con mi mejor sonrisa embaucadora, tratando de que no vea la lata de sardinas que debe de estar en alguna parte entre el paquete y los calcetines.

4.

Estoy frente a frente con una persona mayor en una aldea que está justo en medio de ninguna parte y que podríamos llamar Fresulfe, cuya flora típica parece ser el zarzal de puta madre. Un lugar donde ni siquiera la cámara de fotos tiene cobertura. Entonces, un chavalote pleno siglo XXI como yo le digo de la manera más amable que puedo:

-¿Tío, cómo puedes vivir así, tan a la antigua? Si aquí no hay nada.

-Hombre, quizás tú no lo aprecias pero hay un montón de cosas, por ejemplo una acústica espantosa.

Para demostrarlo la persona mayor silba los primeros acordes de la famosa canción Grandola, vila morena. Yo me quedo pensando algo así como: bueno y qué, sin darme cuenta de que en realidad estaba silbando a su colega equino, que se me acerca por detrás, me coge de las crines y me suelta en el pilón de agua.

-Será bobo el mozo este, con 77 años que tengo, va y me dice que cómo puedo vivir así. A ver cuántos cumples tú, pimpollo siglo XXI.

Y se va, y yo me quedo solo en el pilón, acosado por las avispas que por allí merodean.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Moralinas, las justas

1.
Yo podría escribir 211 cuartillas de mi puño y letra
en las que explicase a un público joven y entusiasta
qué es el interés general.

Ahora bien, lo que es señalarlo con el dedo corazón,
como diciendo: "Sí, aquello que brilla descaradamente
es el magnífico interés general del que todos hablan",
no podría hacerlo de ninguna de las maneras.

En realidad, en el estercolero del yo, mi, me, conmigo
en el que me desenvuelvo con total desenvoltura,
nadie podría señalarlo.

Como mucho, el más aventajado, sin duda,
es capaz, de cuando en cuando, de romper la monotonía
y de viva voz marcarse un plural mayestático en plan nos, el rey...

2.
Hoy unos cuantos compinches hemos visto a un niño partirse los dientes bajando por una escalera. No te creas que no le habían avisado del peligro. De hecho, su madre venía diciéndole que tuviese cuidado desde tres calles atrás. Pero nada, el niño estaba enciscaíto jugando al Pokemon y cuando se ha querido dar cuenta, estaba masticando suelo perfectamente bacteriano.
Ni que decir tiene que cuando se lo llevaba la grúa, los demás nos hemos partido el culo.
Menos mal que de toda experiencia se puede sacar algo bueno y el niño, del tirón, habrá aprendido la diferencia abismal que existe entre la realidad virtual y la cruda realidad.

3.
Nunca podrán los científicos, por muchos estudios que hagan, descubrir el remedio para la inmortalidad, pero sí que podrán, más temprano que tarde, sustituir cualquier miembro carcomido del cuerpo humano por otro nuevo de laboratorio, hasta convertirnos en seres biónicos.

Incluso, puestos a pedir virguerías a los cientis, estoy seguro de que conseguirán convencernos, por fin, de que el alma existe, aunque será mejor llevarla desconectada porque come mucha batería.

4.
El tema de las soluciones para un futuro mejor tiene enganchaíta a toda la peña. Vale, estupenda crítica de la realidad (como si fuera tan fácil hacer una estupenda crítica de la realidad), pero cuál es la solución que tú propones, dicen siempre, antes de que la angustia los consuma como peces huidos de piscifactoría cuando por primera vez en su vida divisan mar abierto.

Un amigo mío, cuando después de disertar le preguntan por las soluciones, siempre responde lo mismo: "Yo me conformo con que el personal deje de decir qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos, y empiece a decir qué hijos vamos a dejar al mundo".

Luego pone su mejor sonrisa y reparte sus tarjetas de presentación por si alguien quiere más: Lao Tse,
viajando hacia el oeste en una búfala de agua, tan tranquilamente.

5.
Este verano hay mucha vieja grulla pinturrujeada,
amiga de sus amigas, paseando por la calle
con oro al cuello y perrito en la mano.
Y también mucho capullo disparando a todo lo que se mueve.

Son tiempos difíciles, ¡qué duda cabe!
Aunque al menos todo el mundo sabe ya
que el amor al prójimo es una enfermedad
que se cura fácilmente con buenas friegas de egoísmo.

lunes, 29 de agosto de 2016

Cualquier domingo por la mañana la vida, para variar, te puede dar una sorpresa agradable

Era domingo por la mañana y yo estaba leyendo tranquilamente el periódico en el salón de casa. Por lo visto, un chaval de 17 años llamado Ben Pasternak había ganado 500 millones de dólares con una aplicación para dispositivos móviles, que consistía en ese juego de encajar triángulos de color negro para crear formas nuevas, pero digital y en color. Después, ganó otros 500 millones con otra aplicación que ayuda a poner orden en el laberinto diario de actualizaciones en redes: Facetter, Twibook, etc.

Entonces, de la cocina llegó un ruido tremendo, como si a mi hijo se le hubiera caído la ensaladera de cristal.

-¡Me cago en la puta! -exclamé. Este hijo mío no va a espabilar nunca.

Diez minutos después, apareció mi hijo en el salón. Yo le estaba esperando con el cuchillo entre los dientes y cuando le tuve a tiro...

-Tío, ¿qué has liado en la cocina?
-Perdona, papá, soy un desastre. Se me ha caído la ensaladera de cristal con todo el brownie de chocolate. De verdad que lo siento.
-¡Joder, despierta de una vez! Por si no te has dado cuenta estás en el planeta Tierra y a los carnerrositas como tú los sirve Amazón a domicilio en menos de una hora.

Estaba a punto de sermonearle hasta el final de los tiempos con el ejemplo del tal Ben Pasternak, que a su edad ya había ganado 1.000 millones de dólares, cuando mi hijo cambió el gesto. Parecía en paz consigo mismo.

-Papá, quiero ser cabrero, un buen cabrero.

Entonces, el periódico salió volando y yo me levanté para darle un abrazo muy, pero que muy afectuoso.

-¡Qué alegría me das, hijo! Por un momento temí que me hicieras caso y te dedicaras a la informática esa.
-No, papá, eso nunca. Me gustan más las ubres, son más agradables al tacto que las teclas del ordenador. 
-La verdad es que el brownie estaba asqueroso -dije en un ataque de auténtica sinceridad que bien podría pasar por falsa. 

Pero, ¡qué más da! Estaba exultante, como un trozo de madera de pino al que le hubiera salido una astilla de castaño. El mundo no se había parado, pero al menos parecía un poco más humano.

lunes, 22 de agosto de 2016

20 años y un día en la historia de España

Cuando ellos contaban 20 años y un día,
tenían ideales por los que estaban dispuestos a chocar contra la realidad,
pero eran tan jóvenes que no se daban cuenta
de que otros los habían inventado para seducirlos.

Cuando nosotros alcanzamos esa edad,
esos mismos ideales se podían comprar en cualquier tienda.

Hemos visto trepar a tantos de aquellos
que corrieron delante de los grises,
que ya nadie puede caminar en línea recta.

Pero basta de reproches,
ni ellos ni nosotros veremos triunfar
la soberanía popular
sobre la soberanía de las instituciones.

Mientras tanto, la catástrofe ecológica se acerca
y solo quedará de nosotros el 99% del ADN
que compartimos con moscas y ratones.

lunes, 15 de agosto de 2016

¿Cuándo recoger orégano?

Miles de años de observación sobre el terreno recomiendan cosechar el orégano cuando está en plena floración, lo que suele suceder en verano, aunque no se pueda precisar en qué momento del mismo debido a que la floración puede retrasarse o adelantarse según la climatología del año o la altitud desde la que la planta en cuestión contempla el mundo.

En cualquier caso, en un alarde de creatividad, podría decir que, por esta zona, a partir de las doce y cuarto del 10 de julio y hasta el 15 de agosto alrededor de las cuatro de la tarde es el momento adecuado.

Ahora bien, más te vale recogerlo, esté como esté, antes del 21 de julio, porque a partir de ese día empieza un puente en Madrid y aparece una turbamulta de turistas que arrasa con todo.

...

Un día intenté explicar a un grupo de estos amables que andaban recogiendo orégano que no merecía la pena hacerlo, porque todavía no estaba en flor. Pero me contestaron que a saber cuándo volverían a tener un momento libre para hacerlo. Por lo visto era ahora o nunca. Estuve a punto de apostillar que si lo dejaban, al menos otros podrían recogerlo cuando se debe, pero su amabilidad se me adelantó y cuando me quise dar cuenta estaba bebiendo de una litrona fresquita que me habían pasado. Entonces yo, para no ser menos, les invité a una cosita de cosecha propia y con las primeras sonrisas, me confundí con ellos y empecé a arrasar también.

lunes, 8 de agosto de 2016

Sobra energía por todos lados, y aun así...

Sobra energía por todos lados, y aun así...
Y aun así nos hacen creer que necesitamos más. Incluso que necesitamos nuevas formas de energía. Pero ya hay demasiada por todos lados. De día, de noche, adelante, atrás, incluso para la imagen, que decía el anuncio de Cinexín.

Solo en bombillas tocamos a 147 por persona; en pantallas, a 33. En cuanto a dispositivos móviles, ¿para qué hablar? Sobran por todos lados.

Y si hablamos de megawatios, basta con sumar los que generan todas las centrales, entre nucleares, hidroeléctricas, fotovomitoleicas y demás tipos que ni sé cómo se pronuncian.

En cuanto al petróleo, ¿qué decir? Si hay más barriles circulando que barricas de espirituosas.

No amigos, no. Hay que decirlo claro: sobra energía por todos lados, y aun así...

Hay tanta energía que el estrés está por todos lados.
Hay tanta energía que la mayoría se mosquea si te presentas en su casa sin antes haberle puesto un telemensaje.
Hay tanta energía que hasta la pobreza se ha vuelto energética por esta parte del mundo.
Hay tanta energía que hasta la educación tiene que ser 2.0 para serlo (igual ya van por la 3.0 y yo no me he enterado).
Hay tanta energía que puedes hablar tres idiomas y algo de arameo y ser un perfecto analfabeto si no sabes poner un chip en su sitio.
Hay tanta energía que hay quien trabaja de sol a sol y tiene la espalda mejor que muchos que pasan horas delante del ordenador.
Hay tanta energía por todos lados que dan ganas de contar el cuento de la energía, si no fuera por que el poeta ya nos advirtió de que: "La cuna del hombre la mecen con cuentos, que el llanto del hombre lo taponan con cuentos, que los huesos del hombre los entierran con cuentos, y que el miedo del hombre... ha inventado todos los cuentos".

lunes, 1 de agosto de 2016

Hecho el negocio, hecha la ley

Contaré la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, a pesar de que la tremenda resaca que sufro en estos momentos pueda distorsionar algo los hechos.

Era domingo por la mañana y yo estaba medio dormido, como quien trabaja de cuidador temporal de una exposición de arte moderno en un pueblo pequeño del interior de la península Ibérica, cuando apareció una persona de unos 48 años, vestida con el uniforme del Atlético de Madrid.

-Qué pasa, macho, así que esta es la nueva exposición.
-Efectivamente, la inauguramos el sábado pasado.
-Vaya, vaya... Por cierto, ¿no eres tú el que hace las cremas de caléndula?
-Sí, el mismo -respondí yo, a la expectativa de lo que pudiera salir por aquella boquita.
-Pues, tío, mano de santo. Tenía un brote de psoriasis en el codo y me lo ha curado totalmente.
-¡No jodas! ¿En serio? -exclamé desde el séptimo cielo.
-Totalmente. Mira, he estado en el hospital Ramón y Cajal y he probado de todo: semen de ballena, baba de caracol, barro del mar Muerto, espumarajos del mar Menor y nada de nada. Lo único que me ha hecho efecto ha sido tu crema.
-Qué alegría me das. Tengo más si quieres -dije rápidamente, antes de que pasara el momento álgido.
-Nada, ya no necesito nada. Estoy curado, completamente.
-Ya veo.
-Pero no te preocupes, que se la recomiendo a todo el mundo. Ya te digo que esa crema es muy buena -aseguró besando el escudo.

Luego empezó a hablar de todo un poco, dispuesto a dar lo mejor de sí mismo. Que si los políticos, que si el pueblo estaba muerto, que vaya cuadro más feo ese de la esquina... Incluso se atrevió con el Brexit y sentenció que los ingleses la habían cagado. Por supuesto, yo le decía que sí a todo, esperando poder volver a sacar el tema de las cremas. Quizás tener un botecito pequeño en casa le vendría bien por si volvía el brote de psoriasis, pero no hubo manera. Nada, estaba curado y punto.

En fin, ¡qué se le va a hacer! Cuando terminó la visita se fue y nos dijimos hasta luego cara huevo con la mano. De todas formas, me había alegrado el día saber que había ayudado a alguien con muy poco capitalismo de por medio. Lo justo para ir tirando. Pero también me había dejado una sensación amargaloide. El sistema nos tenía cogidos fuertemente desde los ovariopelotas hasta la bucofaringe y no había manera de soltarse. Las cremas estaban dando buen resultado y aun así, estaban condenadas a la clandestinidad. Sin embargo, otros remedios que no habían servido de nada contaban con todo el apoyo oficial por que sí, es decir, porque hecho el negocio, hecha la ley, y hecha la ley, hecha la jail, cuyos muros siguen fielmente el lema del movimiento olímpico: Altius, citius, fortius.

Cuando acabé la jornada, no tuve más remedio que visitar los alambiques clandestinos que funcionan por los bajini en el pueblo. Necesitaba ensuciarme el hígado para limpiar la mente antes de llegar a casa, que resultó ser la del vecino. Por suerte, ya me conoce y me deja dormir en la manta que tiene para el perro sin pedir nada a cambio.