martes, 23 de julio de 2024

Los trabajadores de la funeraria y la fiesta de la primavera

 


Los trabajadores de la funeraria estaban en la puerta del tanatorio disfrutando de un momento de relax antes de que empezara el mojete. Quizás estaban comentando alguna jugada graciosa que aconteció en su última actuación, como si el muerto les hubiera contado un chiste, porque no creo que fuese el jefe.

Sin embargo, solo media hora después, eran ellos los que tenían cara de muertos, metidos en la vorágine del curro, en un día que parecía tranquilo, pero resultó que no.


La muerte siempre cumple la cita que tiene con nosotros y ante tal verdad, en vez de tranquilizarnos nos desconcertamos, como si fuésemos cacharros que cuando se rompen, se tiran y contaminan.

Sin embargo, no somos cosas, somos seres vivos y cuando caemos, resurgimos con las plantas para darlo todo en la fiesta de la primavera.


P.D. No es en Halloween cuando los muertos vuelven a la vida, es cualquier día de la primavera.



miércoles, 17 de julio de 2024

La vida en la tierra y en el sentido de la vida

 

Primero hablamos de cómo condiciona la vida que los caciques tengan la propiedad de la tierra y luego, si quieres, hablamos de cómo es en realidad la vida en la tierra.

El sentido de la vida está más que claro: cumplir el ciclo de la vida, es decir, polvo somos y en polvo nos convertiremos.

Lo que no está nada claro es el sentido de una sociedad que se levanta por las mañanas para contar, medir y pesar las mercancías de usar y tirar que produce, y vuelta a empezar al día siguiente con más, siempre más, de lo mismo.

P.D. Convertirse en polvo puede parecer poca cosa comparada con la inmortalidad, pero no es así, porque ese polvo es la materia que produce el milagro de la vida. No es una quimera como la inmortalidad, es la realidad. Cada instante, miremos donde miremos, lo podemos ver.

(De un octogenario caído en el suelo, crece una planta de geranio que sube hasta el cielo).

miércoles, 10 de julio de 2024

No sé si tener fe en Dios o...

 

No sé sin tener fe en Dios sin más

o liarme a cumplir sus mandamientos

sin exigir que los demás hagan lo mismo.


No sé si ir a la iglesia

y luego obrar según las circunstancias,

o no pisar la iglesia

y obrar como un buen feligrés

a pesar de las circunstancias.


No sé, pero me da

que no se puede ser un buen cristiano 

y acudir a disfrutar del espectáculo 

al circo romano.

viernes, 5 de julio de 2024

El viento, los libros y el Rana

 

Todo lo que el viento me cuenta para que lo exprese con palabras se lo devuelvo escrito en aviones de papel que pongo en sus bolsillos.

Y con lo que no le devuelvo, me autopublico un libro y me voy a venderlo por los pueblos con un megáfono en la mano a un ritmo de 50 ejemplares al año: "Señora, caballero, ha llegado el propio autor a la puerta de su mismo domicilio".                              

Aunque muchas veces, más que vender, la gente me ofrece estanterías llenas de libros que tiene en casa ocupando espacio, pero que no los quieren tirar porque les da pena. Como soy una buena persona y un apasionado de los libros, los acepto. Luego ellos me dan las gracias y yo me voy del tirón donde el Rana a venderlos al peso.

A veces el Rana está sentado en una montaña de libros leyendo alguno. Si no le gusta, lo tira directamente a la trituradora y coge otro a voleo, y si le gusta, lo tira a un montón a una esquina del montón para leerlo más tranquilo.

                                                     ...

El otro día le regalé uno de mis libros y le debe de haber gustado porque, cuando volví a pasar por su nave, lo vi tirado en el rincón de los favoritos.

martes, 2 de julio de 2024

Fifthy-fifthy con las cigüeñas

 

Los restos de poda del olivar se suelen quemar, pero si, en vez de quemarlos, los troceas, sucede que, además de no erosionar la tierra, vienen las cigüeñas a recoger del suelo materiales para construir sus nidos. Llegas a tener una relación de tanta confianza con ellas que, sin pedírselo, te construyen una cabaña.


P.D. Se habla mucho de cómo sacarle el mayor rendimiento a la tierra (totem) y demasiado poco de nuestra relación con ella (tabú).