1.
Se comenta por las nuevas esquinas importantes,
esas donde ya se empieza a traficar con el poder,
que el plan maestro es crear un impuesto especial
para que las grandes fortunas
paguen más a la Hacienda pública.
Por las esquinas cotidianas,
esas donde se trapichea con todo tipo de mandangas,
se responde que sería maravilloso que así fuera,
pero que en el supuesto de que tal cosa llegase a ocurrir
las grandes fortunas maniobrarían
para subirnos los precios de los productos
o servicios que nos ofrecen a través de sus empresas,
o para montárselo en un país más benevolente
para sus intereses, o putadas por el estilo.
Por las esquinas marginales,
esas donde te cambian las obras completas de Platón
por una cesta de verduras frescas de temporada,
se comenta que hubo un tiempo maravilloso, tal vez mítico,
en el que el dinero solo era un medio para facilitar
el intercambio de mercancías
y que todo se jodió al convertirse
en un fin en sí mismo, el único fin.
Y también se comenta que ningún traficante de poder,
ni nuevo ni viejo, quiere realmente volver
a aquel tiempo maravilloso, tal vez mítico.
Nunca lo consentirán, ni nosotros tampoco:
por ese camino se llega a la autogestión,
donde hay que dar lo mejor que cada uno
lleva dentro cada instante del día, de la vida.
2.
Ahora que ya no queda nada del esplendor que antaño tuvo el pueblo, la junta de comunidades ha decidido que es un buen momento para presentar el plan director de turismo para la comarca.
3.
Cuando a las cordilleras de dinero que entró en España desde la Unión Europea se les sumó las montañas de dinero obtenido por las privatizaciones de las empresas estatales, la corrupción instalada del tiempo de los caciques alcanzó proporciones gigantescas.
Sin embargo, el dinero tapa muchas bocas, incluso sirve para dar trabajo a maestros, médicos, artistas, científicos...
Fue un tiempo en el que no hacía falta ni censurar las voces críticas, porque se perdían en el estruendo que producía tanta línea de crédito blandenguiblú.
Pan para hoy y hambre para mañana, decían los pocos que se atrevían a predicar en el desierto.
España va bien, mejor que nunca, decía la jauría que siempre mira hacia delante.
Cuando por fin la realidad se empeñó en explotar tanta burbuja, empezaron las manifestaciones encabezadas por lo mejor de cada casa. Entonces, el malestar social fue reconducido desde la calle hacia las instituciones mediante la creación de nuevos partidos que han entrado en las instituciones con la intención de cambiarlas desde dentro. Aunque todos sabemos, como bien se ha encargado de demostrar la historia, que una vez que estás dentro lo único que cambia es que los cubatas del congreso también son a tres euros para ti.
Pero vamos, no nos vamos a agobiar a estas alturas. Al fin y al cabo, las respuestas siempre son sencillas cuando tenemos una buena espada y estamos frente al nudo gordiano.
-¿Fue el dinero la causa de la anestesia social?
-¿Fue la falta de dinero la causa de la movilización social que empezó el 15-M?
-¿Es Ada Aguirre la nueva Esperanza Colau?
-¿Aceptará el dentista 250 kilos de patatas del huerto que cultivo a cambio de la endodoncia que me tiene que practicar?
-¿Alguna vez una buena madre querrá que su hijo se parezca más a Diógenes el cínico que a Alejandro Magno?
-¿Llueve sobre mojado cuando lleva dos días sin parar de llover, o es necesario que al menos pare una hora y comience de nuevo para decir propiamente que llueve sobre mojado?
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