martes, 23 de diciembre de 2025

El gato de la vecina también opina

 

Le digo a la vecina que su gato viene a mi huerta y lo remueve todo. Le gusta hacer allí el tipo de fechorías que a ella no le gustaría que el gato hiciera en la suya.

La vecina me responde dándome las gracias por ser tan buen vecino y soportarlo con paciencia en aras de la buena vecindad. Y, seguidamente, sigue con lo suyo.

Entonces, no me queda otra que tratar el asunto directamente con el gato por las buenas

-Mira, gato -le digo-, de la linde p'allá, lo que quieras; de la linda p'acá, ni mijita.

-Mira, pollo -me responde el gato-, para mí la tierra es toda una. Yo no entiendo de lindes.

Desde que tuvimos esta conversación, la verdad es que todo va mejor. Yo he entendido el punto de vista del gato y le dejo en paz que haga sus quehaceres y, de vez en cuando, le dejo comida en un rincón para que veo que hay buen rollo y, de cuando en vez, se la embadurno en vino, por echar unas risas mientras va dando tumbos.

viernes, 5 de diciembre de 2025

El viaje de la luz

 

Dicen que la luz viaja a 300.000 km por segundo, pero, cuando se cruza con Morrochoto, sale disparada como alma que lleva el diablo.

En realidad , es difícil encontrar en el universo algo que se mueva a una velocidad constante. Solo aquí, en el planeta Tierra, un día te mueves como si tuvieses botas de siete leguas y al día siguiente no te levantas de la cama. Los mismos días parecen unos más largos que otros.

La luz, como todos, viaja al ritmo de los acontecimientos, y a veces se para, porque le entran dudas cuando está a mitad del túnel, y otras se toma su tiempo para enseñarnos como se debe la magnificencia de la Osa, el Carnero y el Carro.

...

También hay una luz que crepita y se asoma por las rendijas de la estufa de leña. Es una luz tan misteriosa que no necesita viajar para llevarte en un instante a la Edad del Fuego.

miércoles, 26 de noviembre de 2025

Las aceitunas hacen lo que quieren

 

Cultivo 30 olivos con amor y dedicación, tal y como aconseja el refranero castellano. Me preocupo verdaderamente de su bienestar y estoy atento a que nadie los incomode, empezando por un servidor. Observo la luna para dejar que ciertas tareas las termine ella, pero, sobre todo, rezo para que la cosecha sea abundante.

Rezo porque, a pesar del cuidado que le pongas, las aceitunas, la verdad, hacen lo que quieren. Basta una inversión térmica de 18 horas para que la cosecha mengüe hasta el punto de poder hacer tu retrato con el cinco, el seis y el cuatro. Una lluvia de granizo de tan solo un cuarto de hora bien aprovechado y adiós muy buenas. Ese incendio que prende los veranos...

Cultivo 30 olivos con amor y dedicación para agradecer la existencia de tales portentos, pero la cosecha está fuera de control. Sucede lo que la Naturaleza quiere, y así tiene que ser.

Nadie tiene todos los triunfos en la mano. Lo que puede ser una mala cosecha para mí, puede ser muy buena para los gusanos. Lo que puede ser una buena cosecha para mí, puede ser todavía mejor para las abejas y los pájaros.

Lo llaman el ciclo de la vida... y ahí vamos.

domingo, 16 de noviembre de 2025

Ese campeón sigue en la brecha

 

Ese campeón podría sentir que cuando el sol se va, es hora de encender la hoguera, una vela y, más temprano que tarde, meterse en la camichuela.

Pero prefiere sentir el poder de la electricidad y seguir en la brecha. Prefiere seguir haciendo sus cosas, pero solo consigue alterar su naturaleza.

viernes, 7 de noviembre de 2025

Solo tienes que venir a mi espectáculo los domingos

 Algunos van de cara con sus semejantes y les dicen, tal cual, lo que hay: si te dejas llevar por la ira, nunca tendrás paz interior.

Otros, en cambio, prefieren contar películas: si te dejas llevar por la ira, nunca entrarás en el reino de los cielos.

El problema viene cuando preguntamos cómo se hace para no dejarse llevar por la ira.

Algunos, que siguen yendo de cara, contestan tú mismo, tienes toda la vida por delante para descubrirlo.

Otros, que han aprendido a vivir de contar películas, contestan desde un escenario, no te preocupes, solo tienes que venir a mi espectáculo los domingos y dejar algo en el cepillo.

Algunos van de cara con sus semejantes, tal como han aprendido de los perros, y otros se ponen una máscara